Esta es la noticia «mala», la que nunca habría querido publicar y la que escribo después de dudarlo mucho pero ya que está in crescendo en la blogosfera venezolana no puedo dejar de decir algo: desde el día 8 de mayo la Librería de Monte Ávila Editores en el Complejo Cultural Teresa Carreño en Caracas, dejó de existir bajo ese nombre.
En cierto sentido no me toma de sorpresa porque supe la noticia al día siguiente de que se tomara la decisión y lo que sentí fue mucha impotencia porque no se haya podido hacer algo distinto. Se sabía que venía pero tenía la esperanza de que la editorial pudiera conservar su hermoso espacio para la venta directa de sus libros. Después de que la distribución de los libros pasó a manos de la aún naciente y lenta Distribuidora Nacional del Libro parecía cada vez más difícil acceder a los libros de la que siempre será la primera editorial venezolana.
Pero esta noticia merece ser publicada por partes para que se pueda comprender las razones por las cuales se da el cambio.
Voy a comenzar por hacer lo que la mayoría ha hecho, que es reproducir la carta de Ángel García, quien, quizás por razones obvias, no me la envió a mi, pero la tomo tanto del blog de Juan Carlos Chirinos como del de Dakmar Hernández . Tambien agradezco el mensaje durante el fín de semana de Oswaldo Alfili quien preocupado me notificó. La librería como espacio no muere, pero de eso hablaré después de la carta
Va la carta:

Ángel y yo nos conocemos desde chamos, prácticamente. Él, hijo de librero, yo asídua visitante de la librería lectura. Ambos nos formamos rodeados de libros y amándolos y en los últimos años hemos coincidido en eventos, conversaciones y estábamos en contacto cotidiano como libreros. Hablamos cuando Carlos asumió la presidencia de Monte Ávila. La labor desde entonces fue eficiente y coordinada recuperándose el espacio y dándole un nuevo empuje que fue notorio para todos. Desde aquí y, a nombre personal, se lo agradezco y sé que nos quedarán muchas aventuras y espacios en los cuales compartir.
A mi tambien me duele la librería y aunque sea un cambio «simbólico». Es la misma sensación acrecentada de cuando cambiaron el logo para ponerle el del ministerio: confusión, tristeza, nostalgia. La librería deja de llamarse Librería de Monte Ávila Editores para pasar a formar parte de la red de Librerías del Sur. Permenecerá abierta y ofrecerá los libros de Monte Ávila como siempre, también se seguirán haciendo allí las presentaciones de los libros de la editorial. ¿No será lo mismo? Probablemente. Sin embargo, no quiero ser tan pesimista como Juan Carlos. No puedo apostar al cierre de la editorial sino a su fortalecimiento y por eso quisiera desentrañar algunas de las razones dentro de las cuales se inscribe esta decisión.
Eso, en lo racional, porque en lo emocional, estoy triste.
ID: 2006051
De veras que lo siento. Este tipo de noticias no deberían suceder. Un beso enorme
ID: 2007176
Juliana
No quise caer en detalles sobre el post que encontré en el Cuaderno de Juan, no manejo mayor información. Coincido con él y contigo en que ese era un espacio emblemático y singular. Coincido en la tristeza y en la pérdida, como bien lo ilustró Juan en uno de sus comentarios.
No creo que sea el fin de la editorial, por supuesto. No creo tampoco que sea una razzia sobre casas editoriales distintas a la fundación imprenta nacional.
Creo, eso sí, que al parecer no se reconocen algunos esfuerzos prometéicos y la perseverancia de tantos otros… ahí si me cae la la locha y me da mucha (más) tristeza e incertidumbre que se traduce en interrogantes: distribución, acceso, calidad, criterios y diversidad, entre muchas otras cosas.
UN beso
ID: 2007273
No entiendo como las pocas cosas buenas de Venezuela se pierdan, será que ahora toda la literatura es socialista?…
Saludos
ID: 2008197
No suelo inmiscuirme en realidades puntuales de otros países porque fundamentalmente hay millones de cuestiones que desconozco, pero en este caso la editorial trasciende las fronteras y ejemplares de edición venezolana se han cruzado muchas veces en mi vida.
Si el escenario que plantea Juliana es el de una continuidad bajo otra forma, ambas de gestión pública, el terreno donde se dirime estas pena y esta discusión, es en el orden simbólico. Y vos bien lo señalas, además de agregar “No puedo apostar al cierre de la editorial sino a su fortalecimiento y por eso quisiera desentrañar algunas de las razones dentro de las cuales se inscribe esta decisión…”.
Entonces uno se plantea ¿es necesario pagar tal costo político y simbólico, si la gente ya había hecho propio este lugar y todas las actividades que implicaba?.
A veces los espíritus fundacionales deberían recabar más en los sentimientos de la gente e iniciar nuevas etapas, superando lo anterior pero conservando el capital simbólico, porque no te quede dudas y he visto muchos casos aquí en Argentina , la gente sigue con sus practicas, con sus denominaciones, sobre todo cuando, aunque sean paredes y estanterías una parte de su vida esta allí.
ID: 2008834
«Tristeza nao tem fim, felicidade sim». Una decisión que pasa por encima de un esfuerzo y dedicación de años, bien triste para muchos.
Me encantó compartir este café de hoy contigo Juliana. ¿hasta dónde llegará el poder de los blogs? Un beso!
ID: 2008965
Igual a mi, Oswaldo. Seguiremos buscando respuestas. We are not alone.
Un beso