El tema de la Brecha Digital es neurálgico a cualquier reflexión que se haga hoy en día sobre educación, cultura, desarrollo humano, sobre todo en nuestros países. Para aimentar esta discusión han aparecido, pertinentemente, en los últimos días ha en la red los resultados de un informe sobre la Brecha Digital y las Tecnologías de Información en América Latina y el rol de las escuelas.
Realizado por el sociólogo Julio Jacobo Waiselfisz, director de investigaciones del Instituto Sangari, el informe utiliza las informaciones existentes sobre la situación de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en Brasil, Latinoamérica y el mundo, para medir las diversas brechas digitales entre los que tienen y los que no tienen acceso al mundo de la informática y de Internet, especialmente en el campo de la educación.
Las primeras conclusiones de este estudio titulado Lápiz, borrador y teclado. Tecnología de la información en la educación en Brasil y Latinoamérica , apuntan a que el tema de la Brecha Digital está aún a un nivel de discurso pero que no se materializa en políticas públicas efectivas, las que se han implementado no han llegado a disminuirla sino, por el contrario, la han acrecentado.
Cito de La Vanguardia, las palabras del coordinador del estudio, el sociólogo argentino Julio Waiselfiz al ser entrevistado:
casi todos los países de Latinoamérica están muy atrasados, excepto Chile, Uruguay, Argentina y, en parte, Perú», debido a que «el proceso de inclusión digital está en el nivel de discurso y no de la puesta en práctica». Añadió que los gobiernos no sólo deben realizar fuertes inversiones en infraestructura y equipamientos, sino también «garantizar la competencia de las escuelas para generar actividades vía ordenadores».
No es una sorpresa que Chile salga encabezando la lista de los países latinoamericanos que mejor posición tienen en esto de la disminución de la brecha digital, que no es más que la distancia que hay entre las personas que tienen o no acceso a las tecnologías de la infrmación. Me parece interesante el caso de Perú y probablemente cada una de las coyunturas de estos países aportaría algo a la construcción de una alternativa para todo el continente.
Sin embargo, lo que quisiera es resaltar de lo leído algunas de las principales ideas planteadas como alternativas a futuro para ir sobre lo cosntructivo. Partiendo de la afirmación de que:
los gobiernos no sólo deben realizar fuertes inversiones en infraestructura y equipamientos, sino también «garantizar la competencia de las escuelas para generar actividades vía ordenadores»,
podremos observar algunas de las líneas de acción a las cuales deberían apuntar las políticas locales:
1) Dotación de infraestructura tecnológica: en las escuelas universidades pero tambien en los espacios públicos, modernización de la red de espacios de interconectividad gubernamental: infopuntos, infocentros, etc.
2) Trabajo de formación y concientización con los docentes ya que una de las cosas que más se observa es que, por lo general, no existen profesores que manejen las herramientas informáticas. La contraparte, es decir, los estudiantes, por un proceso natural, sí las manejan y están preparados para una forma de aprendizaje más interactiva y multimedial.
3) Enfocar las políticas a las poblaciones más pobres de la sociedad: sigue habiendo un prejuicio en este sentido, como por ejemplo, que los pobres tienen otras cosas más urgentes de las cuales ocuparse. Esta visión hace que las políticas se enfoquen hacia aquellas poblaciones que tienen más herramientas personales y tecnológicas para generar resultados más rápidos.
4) Dotación de conexión a internet en las zonas rurales. Este es uno de los puntos más importantes, sobre todo en nuestros países en los cuales la densidad poblacional está concetrada en las ciudades y en los que la población rural está desatendida. Aquí aparece el tema de la rentabilidad que hace que las empresas privadas se concentren en atender a las poblaciones urbanas descuidando a aquellos que viven en el campo, aumentando así la brecha digital.
No se trata de concentrar más en menos gente sino que cada vez más gente tenga acceso a estas herramientas. A mi juicio hay varias razones que contribuyen a que esto sea así y que dificultan tanto la visualización del problema como la construcción e implementación de políticas que efectivamente hagan de las TI una herramienta de desarrollo humano y de elevación de la calidad de vida. Mencionaré sólo tres:
1) Los ya mencionados prejuicios que suponen que tecnología y aprendizaje tienen poco que ver el uno con el otro.
2) El peso y presión del tema de la rentabilidad de las empresas que tradicionalmente tienen en sus manos el manejo de las herramientas de conectividad (teléfono, internet, etc).
3) La lentitud en la toma de decisiones y de la implementación de las soluciones por parte de la Gerencia Pública. Es uno de los males más difíciles de erradicar. Cuando hablamos de TI eso es doblemente importante por la corta vida de las soluciones tecnológicas y de la continua necesidad de innovación.
Por supuesto no son todas y es mucho lo que se ha escrito en torno al tema y mucho lo que hay que discutir. Un gran aquí, un grano allá creo que algo construiremos. El primer paso es, siempre, darse cuenta.
De cierre, y atendiendo al fluir de la escritura y de la navegación les dejo el tema de Los Prisioneros, El baile de los que sobran: