Después de pasar la mirada por algunos de los periódicos virtuales y de sus suplementos, reservo las siguientes lecturas:
La literatura es un arma de resistencia para el que escribe y el que lee», afirma Manuel Rivas
Manuel Rivas no duda en afirmar que «la literatura que merece la pena es la comprometida», un adjetivo que «a veces es un estigma» pero que sugiere una vertiente del género «como transmisor de una información básica del ser humano, que no puede llegar a través de otros canales», arguye el autor de «¿Qué me quieres amor?» en una entrevista con Efe.
Y es que para este escritor la literatura no puede tener «otro ADN que la libertad, ni ser subalterna de ideologías, doctrinas o religiones», asevera Rivas, quien recuerda que «todos los nombres de la literatura que significaron algo, fueron personajes incómodos».
El circuito virtual de la evasión
Hay una música de las palabras (Sobre la publicación de un cd con escritos de Eduardo Galeano en su propia voz):
“Una multitud de pequeñas historias que cuentan, juntas, una sola historia. Una travesía por los temas más diversos: el amor, la infancia, el agua, la tierra, la palabra, la imagen, la música, el éxodo, el poder, el miedo, la guerra, la indignidad, la indignación, el vuelo…”, define Galeano su libro. “Sus protagonistas aparecen y se desvanecen para seguir viviendo, historia tras historia, en otros personajes que les dan continuidad. Tejidos por los hilos del tiempo, ellos son tiempo que dice: son bocas del tiempo”. Editado originalmente el año pasado en Uruguay por el sello Ayuí/Tacuabé, el CD contiene 48 de los 341 relatos del libro, una suerte de pequeño concierto ejecutado por estas pequeñas historias, que resume la gran sinfonía propuesta en la escritura.
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Excelentes recomendaciones…la cuestión es hasta dónde llevar la resistencia. Yo me resistiré…hasta no sé dónde…en fin, casualmente acabo de terminar de leer un libro de Galeano «Patas arriba: Escuela del mundo al revés»…eso sí a la gacetilla romántica …todavía me resisto. Aunque, la verdad que era sino «Los cosacos» de Tolstoi, por ejemplo.
En fin, como dijo el Marcos:
«La aparente infalibilidad de la globalización choca con la terca desobediencia de la realidad. Al mismo tiempo que el neoliberalismo lleva adelante su guerra mundial, en todo el planeta se van formando grupos inconformes, núcleos de rebeldes. El imperio de las bolsas financieras enfrenta la rebeldía de las bolsas de resistencia.»