El título de este post quizás les parezca un poco extraño, pero lo vengo pensando desde hace días, particularmente a raíz de las traducciones espontáneas de grupos organizados de jóvenes que se dedicaron en el mundo entero a traducir el último volumen de la saga, Harry Potter and the deathly hallows..
1) Redes sociales: autoorganización y eficiencia
Lo que se desató en los días previos al lanzamiento de este libro, sólo equivalente a la locura que causó el iphone en Estado Unidos, fue previsible, al lado de lo que vendría después: a nivel mundial miles de jóvenes se organizarían y coordinarían para traducir en tiempo récord el esperado título a sus respectivos idiomas. En menos de una semana ya había versiones publicadas y circulando por la red a veces con una alta y llamativa calidad editorial.
Las consecuencias no se hicieron esperar: el caso más sonado fue el de un jóven que fué detenido por haber publicado en internet una versión al francés de libro pero, luego que la autora, J.K. Rowling y su editorial en Francia, Gallimard Jeunesse, decidieron no tomar acciones legales, el asunto fue dejado así. Lo cierto de todo esto es que las redes auto-organizadas le ganaron en eficiencia y rapidez a las redes editoriales «formales» y, a veces (como en el caso francés) compitiendo en calidad de traducción.
Uno de los principales miedos de las casas editoriales tiene que ver con el hecho de que en su momento, se dejen de vender los libros físicos porque ya los chicos han leído los libros virtuales cuando ellos mismo han declarado que no será así y que comprarán los libros cuando la editorial los publique.
A esta experiencia de traducción colectiva añado la que reporta Carlos Neri en Moebius de una iniciativa para traducir colaborativamente presentaciones powerpoint y videos en un proceso muy parecido, por supuesto, al del modelo wiki que es el que marcará a futuro, muy probablemente, la manera de hacer las cosas en el mundo de la escritura.
2) Jóvenes nativos y la desmitificación del cut and paste
Otro de los aspectos interesantes a resaltar aquí tiene, a mi juicio, que ver con la actitud y el uso que hacen los más jóvenes de los contenidos en la web. Aparte, por supuesto, de estar acostumbrados a tener una respuesta, la respuesta, a la distancia de un tecleo, es claro que para ellos el intercambio de la información se hace sin sentimientos de culpa, como refiere un estudio al cual llego vía Barrapunto .
Pero hoy quisiera ilustrarlo con una anédota familiar que me tocó mucho. Mi hijo mayor, Gustavo, tiene actualmente 15 años y está construyendo su biblioteca. Pasó de leer libros de historia, a leer cuentistas, entre los cuales resaltan, previsiblemente, Cortázar, Borges, Quiroga y Poe. De todos ellos tiene libros en papel pero en vísperas de nuestro viaje de la semana pasada ,se acercó a mi y me dijo que prefería armar su propio libro en lugar de llevarse su ejemplares y me pidió que le empastara una selección que él iba a imprimir. En la computadora ya habia elegido todos los que deseaba y solo esperaba mi confirmación.
Comovida le dije que por supuesto, y nos dedicamos a la tarea de imprimir, compaginar y empastar. Una carátula azul oscuro cobijaba, entre otros cuentos, a: «Casa tomada», «Continuidad de los parques», «La caida de la casa Usher» y «Berenice».
Cuando dije que lo acompañé conmovida es porque, sin que yo le hubiera dicho nada nunca lo que él estaba poniendo en práctica era una idea que a mi me ha casi obsesionado y es la de que cada quien debería tener la libertad y la posibilidad de hacer sus libros «a la carte». Aún no llegamos allí, pero lo que podía ver era que para mi hijo, nativo digital, aquello no entrañaba mayor problema ni cuestionamiento, como tampoco lo entraña tener su ipod lleno de temas interesantísimos todos bajados por algún sistema de intercambio de ficheros p2p.
Para cerrar este punto, quisiera remitir a la lectura de una entrada del blog de Doménicco Chiappe, Crónicas y otras naranjas , donde habla del futuro de lo que él llama el dj literario (el término me encanta):
El Dj literario asimilará los contenidos de las obras hipermerdias, las manipulará y exacerbará la tendencia de la intertextualidad, intergrafismo y mezcla musical, apoyado en programas informáticos, y producirá su propio libro.
3) Concluyendo: Tiempo, lectura y atención
No puedo dejar de pensar en este punto ya que de alguna manera es el hilo que guía todo lo que estoy haciendo. Es ya casi un lugar común decir que una vez más los chicos nativos nos enseñan el rumbo. Pudimos preverlo, pero para ellos ya es algo dado, algo natural. El reto docente en este sentido es grande porque ya sabemos, sobre todo los que nos toca trabajar en investigación y comunicación, que tanto la lectura como la escritura están cambiando y la tendencia es ir cada vez más a lo micro.
Si internet me da la información de manera casi inmediata, 6 meses son una eternidad para leer el libro asi que si lo quiero lo construyo. Los tiempos de la atención, los tiempos de la lectura son muy breves y fragmentarios, puede ser. Eso sería otro tema. Lo que no deja de ser una realidad en todo esto es que las redes informales le ganaron al menos una a las editoriales. ¿Ellas escucharán?
ID: 2400849
Me perdi un poco en todo lo que has escrito,pero si queria hacer una observacion.Creo que el futuro de los libros es digital,tanto si se quiere como si no.Al paso que van las cosas los arboles….en fin.
Respecto a hacerse sus libros mucha gente lo hace ya.Quiza mas de la que creemos.Yo tengo una anecdota:Una amiga mia,lectora impenitente,por su separacion,tubo un reves de fortuna.Yo le pase unos libros en formato digital,y ella aprendio a buscar.Ahora lee en pantalla,y antes lo odiaba.»La necesidad hace marinos».
Respecto a harry potter,pues es inculcar a los niños la cultura del best seller
Ten muy buen dia
ID: 2402108
Hola Fernando:
Lamento que te hayas perdido un poco, quizás pequé de escribir demasiado, aunque releyendo creo que escribí poco, es decir, quedó mucho por decir.
1) Totalmente de acuerdo contigo: creo que el futuro de los libros es digital, quiérase o no.
2) Es probable que muchos de los que se hacen sus libros sigan siendo de nuestro círculo, medio geek y yo lo que qusiera es que a futuro, en todas las universidades haya una imprenta en la cual los estudiantes puedan imprimirse los libros que vana a usar, seleccionando sus propias lecturas. En este sentido, creo que siempre necesitaremos de algún soporte de papel, pero será más utilitario que otra cosa.
Yo también he conseguido incunables que ya no consigo en papel, en formato digital, y ha sido una bendición.
3) No defiendo a Harry Potter como alta literatura pero si como el vehículo que ha reencantado a los niños y jóvenes (y a muchos adultos) con la lectura. Es al fin y al cabo, el reencantamiento con la anécdota, con el héroe.
Enfín, hay tanto sobre lo cual escribir…
Felíz tarde
ID: 2405634
la digitalizacion del libro avanza inconteniblemente, y esto se ira acentuando cada vez mas por las multiples facilidades que brinda.