Hoy es 31 de diciembre de 2007. En Caracas son las 3:27 de la madrugada cuando comienzo a escribir estas líneas mientras espero que salgan del horno los quarkstollen que no hice durante el día y que repartiré entre la familia mañana. Una costumbre que, aunque no recuerdo de niña, empecé a instituir espontáneamente hace ya un par de décadas. Tiempo extraño, particular, en el que los ritmos de la cotidianidad cambian totalmente. En casa nos hemos vuelto básicamente nocturnos. Los niños y yo, sobre todo, pasamos recorriendo la casa casi hasta el alba y el mediodía nos descubre cubiertos por las sábanas.
Como dice el título de este post, que de alguna manera me obligo a mi misma a escribir, hoy es fin de año y como todo fín de año me gusta pensar que es el fin de un ciclo, aunque ya sabemos cuán ficticio o artificial es esto de decir que el día 31 de diciembre es el fín del año cuando para los chinos y los árabes, por ejemplo, no es hoy sino en cualquier otro momento. Pero es así. Es el fin del año y hay la convención de que mañana ya será 1 de enero de 2008. En Venezuela se implementa la conversión monetaria y estamos viviendo un momento de especial tensión y expectación ante la inminente liberación (esperamos) de los rehenes en Colombia.
Este fín de año me descubre aún en un momento de tránsito. Casí recién mudadas mis Ciberescrituras desde La Coctelera a WordPress aún ando pagando novatadas que me han hecho perder algunos textos y que me obligan a ir mucho más lento de lo que venía acostumbrada. Pero hay otro elemento que de alguna manera contribuye a que esto sea así y es que he estado enfrascada, entre otras cosas, en la edición de un libro que recoja los primeros dos años de Ciberescrituras. Un trabajo que ha resultado mucho más lento de lo que pensaba por lo meticuloso que es y por la poca disponibilidad de tiempo para dedicarme de lleno a él. Sin embargo, haber tomado esta iniciativa (Gracias a Carlos Neri por la propuesta) me lleva a replantearme una cantidad de cosas, sobre todo por las perspectivas que parecen mostrarse en el horizonte.
No quiero adelantar aquí mucho acerca del libro, pero si decir que es una de las cosas más importantes que me ha pasado en este año. Junto con la mudanza, la decisión de pasar a papel lo que hasta ahora eran mis escritos en la web, supone un reto cuyo alcance aún no sé a dónde me vaya a llevar y, atención, no lo digo, de ninguna manera porque espero que esto me vaya a catapultar a alguna platea pública o algo así. No creo en esos oropeles, sino que creo que se convertirá en un paso de nivel en el pensamiento. Y esto lo digo pensando ya no solo en mi sino también en Proyectos al Sur este pequeño conglomerado de gente que nos hemos unido por la empatía, por la amistad, por la coincidencia, enredándonos en discusiones en empiezan a necesitar una plataforma un poco más sólida para consolidarse en acciones concretas en torno a nuevas formas de aprender, enseñar, de crear y de pensar (soñar) el mundo.
Otro hito importante para mi escritura ha sido mi uso in crescendo de twitter. Ya he adelantado aquí algunas de mis reflexiones en torno a la importancia y el impacto que me parece puede tener el microblogging a futuro y creo que es mucho lo que hay que ver aún en este sentido. Twitter es enviciante, la nano escritura, además de ser una poderosa herramienta de comunicación conlleva una manera distinta de crear y, sobre todo de pensar. Es como si acelerara el pensamiento porque, además acelera las conexiones y acelera la velocidad en la cual nos enteramos de las cosas, la inmediatez de las noticiasque, ademá, a veces nos da poco tiempo para pensar.
Por último (y todo esto, por favor, tómenlo como pequeños apuntes) se termina el año en medio de una discusión muy interesante, que ya venía perfilándose desde hace unos meses y que tiene que ver con el supuesto fín de los blogs. Desde los apasionados que ni siquiera se lo plantean como posibilidad hasta los intelectuales que de una manera «políticamente correcta» (usemos frases clichés) vaticinan el fín de los blogs como se anunció el fin del periodismo o el fín de los libros o el fín del lenguaje pero detrás de cuyas palabras no se encuentra un pensamiento consistente. Para mi Ciberescrituras no se ha terminado. Los blogs siguen siendo una herramienta privilegiada de comunicación y que lamentablemente ha sido desvalorizada. Creo si, que estamos entrando en un momento distinto en el que los retos son más agudos siempre que quieras mantener una comunicación de altura y generar una reflexión profunda que quizás sacrifique un poco la inmediatez de las noticias por el análisis crítico.
Estoy contenta con el año que termina. Me trajo, en primer lugar, un grupo de amigos con los cuales soñar y construir, me trajo retos cumplidos que venía posponiendo pero sobre todo me trajo mucho retos por cumplir. Me trajo una mayor claridad en cuanto a aquello que en verdad quiero hacer: escribir. Y justamente por aquello de escribir y su importancia, no puedo dejar esta reflexión sin una referencia especial (entiéndanlo, es fin de año y uno se pone sentimental) a mis lectores, a los que dicen algo y a los que no, a los que me sorprenden con su fidelidad y presencia permanente. Ellos (ustedes) hacen que esto valga la pena … ¡Felíz Año Nuevo!
Gracias a Jal por la hermosa foto, no es en Caracas (se las debo) sino en Houston, ciudad en la que, además, vive una de mis hermanas menores.
Feliz inicio de año y seguro que de proyectos que tendrán la empatía y la comunicación como base
Feliz Año!!! Este ha sido un gran año, en el que hemos pasado de todo. GRacias por el apoyo, y estoy seguro que en breve vamos a hacer, con tu colaboración, grandes anuncios. Además, este año tendremos una niña preciosa en mi casa. Un beso enorme
Feliz año y que todos estos proyectos salgan lo mejor posible 🙂
Muy buena idea la del libro.
Gracias a todos.
@txetxu Por supuesto que siempre la tendrán, cada vez más enfocadamente pero siempre con la empatía y la comunicación como base.
@Jordi Nuevamente gracias a tí, tanto por tus palabras como por tu apoyo invaluable, creo que hacemos una buena «llave» como decimos aca en Venezuela. Mucha felicidad traerá la pequeña Candela (para mi ya quedó con ese nombre).
@Sergio Gracias tambien a tí y creeme que serás testigo de ellos.
@jlori me alegra que te parezca una muy buena idea. Me da el «empujón final» para ratificar que debo hacerlo. Será un primer paso, pero necesario.
Un abrazo a todos y mis mejores deseos para este año que comienza!
Que te sea tod08 salud y felicidad.