El incómodo yo

Hoy nuevamente aparece un texto sobre los blogs. esta vez se trata de un artículo aparecido en la Revista Ñ de Clarín titulado Blogs o el espectáculo del Yo. Está escrito por Christian Ferrer quien se presenta como Sociólogo y profesor de la Universidad de Buenos Aires, pero sobre todo recalca su naturaleza anarquista. Escribe sobre tecnología y la materia que dicta en la universidad parece que tiene que ver con ello.

Hoy lo que quiero es compartir con ustedes algunos de los párrafos que me llaman la atención de lo que escribe en un aparente intento de desmitificar a Internet. Son extractos, por lo cual si les interesa ver el contexto, es mejor que vayan a todo el artículo.

1) Nada a objetar: los sitios informáticos de ideas son tan útiles y significativos como lo eran las revistas y las bibliotecas. Pero suponerlos un trastrocamiento revolucionario en el orden de la cultura es el tipo de exageración enfática que suele acompañar a los discursos de sobremesa. Lo cierto es que el contenido raramente confirma otra cosa que no sea la apoteosis y el espectáculo del «yo», esa antigua muletilla de la vanidad y el narcisismo. Internet podrá parecerse a una galería de espejos deformantes, pero la retórica circulante se remite a un pronombre personal.

2) Ya es bastante difícil escribir dos o tres buenos ensayos o ficciones al año. La sola idea de publicarlos tres veces al día da vértigo, salvo que la opinión, por sí misma, haya devenido en género literario hegemónico, no menos que el carneo, el vómito y la maledicencia, juicios soeces que abundan en ese módico circo romano aunque sin el gracejo que el ingenio popular suele dejar en las paredes de los mingitorios públicos.

3) Esta época espera que cada hombre y cada mujer, cada niño y cada anciano, sean ricos o pobres, se transformen en «emisores». ¿De qué? Eso carece de relevancia, puesto que la experiencia inmediata del mundo se ha vuelto tan fugaz como una primera plana de periódico. Y por cierto, que los matutinos debatan la naturaleza de estos sitios informáticos es algo muy natural, puesto que nada hay más parecido a un diario que un blog con pretensiones culturales. Ambos han de ser llenados todos los días.

Casi ni vale la pena comentarlo. ¿Dejo que se caiga por su propio peso? Me asombra la capacidad de incomprensión de eso que llaman la intelectualidad. Puedo comprender, no sin sorpresa, que Horacio González muestre sus reticencias, pero que este señor, que se dice anarquista y estudioso de la tecnología, sostenga el mismo discurso de los grandes catedráticos y defienda la institucionalidad y las buenas formas no deja de asombrarme. Molestan los «yos» plebeyos escribiendo sus nimiedades, lo fugaz no es reconocido como una clave y el «ingenio popular» huele «fo».

Acerca de Juliana Boersner

Psicóloga Social, Máster en Estudios Literarios y en Bibliotecología y Ciencias de la Información. Docente universitaria, editora, librera. Fanática de las tecnologías de información y su impacto sobre los seres humanos, sus relaciones, su identidad. Humanista digital y analista del tema editorial con especial foco en futuro del libro y la edición.
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3 respuestas a El incómodo yo

  1. Digamos que esto es más de lo mismo. El pobre todavía anda por los lares del 2004/2005.

  2. eraser dijo:

    Totalmente de acuerdo. Lo que molestó siempre a la clase dominante (se de el título de anarquista, postivista, de izquierdas, de derechas, o como se quieran llamar), que es la clase que se cree con derecho a ejercer una cosa llamada moral, en la que sólo cabe el caminito y la verea que ellos quieren imponer al resto de los mortales, es que las clases populares, la gente que va por el mundo viviéndolo y habitándolo tomen el poder de la palabra, el poder de la expresión, de la vida. Lo quieren siempre en mano de las élites sean del poder, o del anti-poder, del espacio público coartado por el poder.
    Pero hace mucho ya que los caminos de expresión de las personas se van distanciando de los profetas, poco a poco es verdad. Pero hay ejemplos por doquier.
    Un ejemplo para leer es lo que Zibechi está trabajand: «Espacios, territorios y regiones:
    La creatividad social de los nuevos movimientos sociales en América Latina»

    El naufragio es siempre
    El momento más significativo…
    Fernand Braudel

  3. admin dijo:

    Si, Joan, puede que sea más de lo mismo o, más bien, aquello a lo cual nos vienen acostumbrando, pero es que como que me canso de que nadie diga algo distinto. Lo que si me queda claro ahora es que definitivamente lo que molesta es la visibilidad que se le da a aquellos que mejor se mantienen en lo invisible.
    Es un tema de poder, Eraser, definitivamente y, sí, de jerarquías. Muchas veces la lucha es por no caer en las garras de ese poder omnívoro y lo es por su poder de seducción: «Tú vales el otro no». No es eso lo que quiero ver ni es eso lo que quiero avalar más allá de que lo que me encuentre no me interese en gran medida pero la potestad está en mi como testigo, no en quien se eroga en rol de supremo juez de la discriminación. Sñe que suena simple, pero…
    Gracias por sus comentarios, a ambos.

    Saludos,

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