Leo en eCuaderno una entrada titulada La blogosfera son las redes, que habla de la aparición de nuevas redes de blogs, cosa que no me extraña luego de que hemos venido hablando del futuro coral de la blogosfera. Orihuela habla de un tiempo de sinergias lo cual me suena bastante bien, sin embargo no puedo evitar unir esto con lo que dice Gabriel Zaid en su libro Los demasiados libros, que he estado releyendo.
Zaid toma como excusa la supuesta democratización del acceso a las publicaciones para detenerse en el tema de las conversaciones y deja claro que no hay cultura sin conversaciones y que un buen libro es aquel que nos motiva a dialogar. Un libro, añade, debe trascender el encierro monológico y pasar a lo que él plantea como un rescate de la reproducción socrática.
Con esta referencia a lo que es la base de la tradición filosófica occidental, el diálogo mayéutico, Zaid nos recuerda que el conocimiento surge justamente del parto de las ideas, y yo no puedo evitar aplicar esto al tema de las redes en internet, ya que es justamente el diálogo, la identidad, el reconocimiento de puntos de encuentro lo que determina o facilita la creación de esta redes o, incluso más bien de los nodos de estas redes.
Pero ¿hasta qué punto este diálogo muchas veces no se queda en el mero parloteo? Cuando Zaid plantea que mientras más personas participan en una conversación menos profunda es dicha conversación, deja la pregunta abierta. Y eso me ocupa porque todo esto no se trata (al menos para algunos de nosotros) de hablar por hablar sino de encontrar sentidos y de a partir de ellos construir realidades.
Imagino sonreirse a más de uno. Sí, por supuesto que recuerdo aquello del 1% y el 9% de participación, pero acá estamos hablando de redes, es decir, de nodos de conversación; estamos hablando de blogeros que se toman esto en serio y que justamente se «unen» porque lo que dicen tiene alguna relación y tienen que fortalecer su voz colectiva.
La pregunta, sin embargo, permanece: ¿estamos fortaleciendo soliloquios o generando verdaderos diálogos? Yo apuesto por lo último, quede claro eso, pero no deja de preocuparme el sentir con frecuencia que nuestros diálogos quedan muchas veces en la superficie y que vamos dejando muchos temas pendientes de completitud esperando que alguien diga algo más, hasta que terminamos dándole forma en un nuevo post, artículo un posible libro que queda en borrador.
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