De la neurosis al satori: blogueo en clave de mujer

Hace un par de días recibi un email de Roger Michelena refiriéndome al post escrito por Manuel Almeida titulado Neuróticas en la blogosfera y en el que Manolo hace referencia a un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos, más específicamente en la Universidad de Alabama, entre una población de 300 estudiantes. En primer lugar, y para contextualizar, cito el mismo párrafo que aparece en Mangas Verdes:

“[El trabajo sobre el uso de Internet] detectó una asociación con tipos de personalidad neurótica, pero sólo entre mujeres. Los investigadores determinaron que las mujeres nerviosas acuden al blog para “aliviar la soledad o en una tentativa de extender su campo afectivo y formar conexiones sociales con otros”.

Cuando voy al estudio, me doy cuenta de que se trata de la aplicación de un test de personalidad (Big Five o Cinco Grandes) que buscan la clasificación de los entrevistados en cinco categorías o tendencias de la personalidad: apertura, conciencia, extroversión, conformidad y neurosis. La traducción de los factores es bastante libre pero representan tendencias en la manera en la cual nos relacionamos en la realidad. Lo cierto es que parece que los resultados de la aplicación de este inventario coincide bastante con los resultados generales según los cuales la mayoría de las mujeres que bloguean tienen (¿tenemos?) tendencias neuróticas. Curioso que quienes comentan eso no dicen de dónde provienen los datos, pero igual, sigo la corriente. Antes de hablar de mi, sin embargo, un par de precisiones:

1) Tal parece que la neurosis ya no existe como clasificación clínica. Llegué a aprendérmela dentro de las clasificaciones de patologías, pero ya no está dentro de los inventarios. Es un término acuñado en el siglo XIX, más exactamente en 1769 por William Cullen y en la Wikipedia dicen que:

Existe una confusión generalizada sobre el término “neurosis”. Por un lado se aplica, como síntoma, a un conjunto heterogéneo de trastornos mentales que participan de mecanismos inadaptativos ligados a la ansiedad. Por otra parte su uso popular (como sinónimo de “obsesión”, “excentricidad” o “nerviosismo”) ha provocado su extensión a terrenos no estrictamente ligados a la enfermedad mental.

La neurosis incluye una cantidad de trastornos que son como «los grandes trastornos en pequeña escala», en el sentido de que los neuróticos no tienen que ser recluidos, cada quien vive con su tendencia depresiva, con su ansiedad, con sus somatizaciones, con sus problemas de sueño y con sus tendencias a la ira y son neuróticos igual pero es sólo cuando tiene una crisis aguda y se agrede o agrede a otro, que llega a transformarse en una patología severa.

Es por eso, supongo, que ahora se habla, incluso en el DSM, que es el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales se habla justamente de trastornos y no de patologías. Pero bueno, baste de tecnicismos que lo único que quieren decir es que no hay acuerdo en torno a lo que quiere decir el término neurosis y que cualquiera de nosotros puede, y de hecho es, un neurótico.

2) Patologías y estereotipos: si el término neurosis quiere decir «lleno de nervios», es normal pensar que las mujeres tendemos a ser más neuróticas que los hombres. Al menos de acuerdo a dos tendencias de la neurosis: la depresión y la ansiedad.

De hecho, cuando empiezan todas las clasificaciones clínicas se hacen, en gran medida, para analizar lo que luego se conoció como histeria y que eran alteraciones de la personalidad femenina que, a falta de mejor explicación, se achacaron al funcionamento de la matriz (de allí el nombre) y de todo el proceso menstrual y hormonal de las mujeres. Los prejuicios y estereotipos no se hicieron esperar y es así como la idea de que todas las mujeres eran histéricas, o nerviosas y que, sobre todo que en los días de la menstruación debia dejárselas solas y traquilas, tratándolas como enfermas porque «se le alteraban los nervios y no se sabía de qué eran capaces», se extendió a todo el mundo occidental, fundamentalmente.

Y ahora si, que si no se me va a ir la entrada en puras disquisiciones teóricas y no voy a hablar de mi. Retomo la pregunta que deja flotando Manolo en su post: Estimada compañera blogger, ¿te consideras una neurótica?

El título de este post da las pistas acerca de cómo me siento con respecto a este tema. Y lo que me «sale» es responderlo con una enumeración de afirmaciones y/o precisiones:

  1. Acepto mis tendencias neuróticas más hacia la ansiedad que hacia la depresión.
  2. NO blogueo por las razones que se esgrimen en el estudio original. Es decir, no lo hago para no sentirme sola sino para profundizar en las ideas.
  3. Si algo de neurosis hay en la manera como encaro mi oficio de bloguer, éste está en la necesidad de profundizar en el pensamiento, en las ideas, en los análisis más que en la necesidad de mantener el contacto (sin negar que ello sea importante).
  4. Después de un momento inicial en el que si no escribía en el blog me angustiaba, ahora encuentro que es un espacio que me permite reencontrarme, un refugio. Lo quiero resguardar (al menos este espacio de Ciberescrituras) como un espacio de sosiego más que de ansiedad.
  5. Lo personal es importante pero para ello dejo el microblogging. El blog, cada vez más es un sitio en el cual sistematizar, profundizar (aunque a veces temo que me lo empiece a tomar demasiado en serio y que por eso blogueo cada vez menos).
  6. Si puedo hablar de neurosis en mi caso tiene que ver con la sobre-exigencia que me hago a mi misma (Si, ya sé, Misia Perfecta no existe pero algo de eso debe haber en las improntas que me inculcaron en la infancia).
  7. Me resisto a que Ciberescrituras sea una obligación más que un placer. Es un espacio de libertad.
  8. ¿Estoy siendo acaso bastante neurótica en lo que escribo? Jajajaja… ya empecé a cuestionarme, es hora de parar porque si no lo hago ahora corro el peligro de neurotizarme.
  9. Ah! Importante … esto se refiere A MI. No tiene nada que ver con lo que pueden ser las motivaciones para la mayoría de las mujeres.
  10. Pensando en Roxanna y tantas otras (perdonen, no puedo dejar de pensar en los casos extremos) reivindico la pertinencia de los blogs como espacios de expresión y comunicación entre las mujeres. En este sentido creo que lo más importante siguen siendo las redes que se tejen a partir de los blogs (tengo un «dejá ecrit»).

Y mejor paro porque sino esto se convertirá en un acto obsesivo- compulsivo … 😉

Acerca de Juliana Boersner

Psicóloga Social, Máster en Estudios Literarios y en Bibliotecología y Ciencias de la Información. Docente universitaria, editora, librera. Fanática de las tecnologías de información y su impacto sobre los seres humanos, sus relaciones, su identidad. Humanista digital y analista del tema editorial con especial foco en futuro del libro y la edición.
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Una respuesta a De la neurosis al satori: blogueo en clave de mujer

  1. Muy probablemente sea cierto que las mujeres que blogeamos tengamos algo de neuróticas. Pero si se trata de establecer una clasificación de conductas sobre las personas que navegamos en internet, podría emcontrarse cualquier cosa, hasta sujetos perversos buscando pornografía infantil o imágenes violentas. En realidad todo sujeto urbano contemporáneo «normal» es probablemente neurótico, le guste la internet o no. Aunque también puede que haya algo de misoginia en el comentario sobre la neurosis de mujeres blogeras, tal como en el siglo XIX se hablaba de las histéricas.

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