Hoy 15 de octubre se celebra el Blog Action Day y este año se dedica a reflexionar acerca de la pobreza y yo comienzo a escribirla inspirada por los acordes de George Harrison en su inolvidable concierto por Bangla Desh del año 1971. Eso hace que estas palabras emerjan marcadas por la nostalgia y la rabia, dos sentimientos que no me gusta sentir porque además, son contradictorios: uno paraliza y el otro puede enceguecernos y hacernos actuar más allá de todo raciocinio. Y, sin embargo, son esos los sentimientos a los cuales intento sobreponerme a través del ejercicio de la escritura sin saber mucho qué es lo que voy a decir pero sabiendo que hay mucho, pero mucho por decir.
Pobreza, pobres para muchos puede sonar algo lejano y, sin embargo, no lo es. Pobreza es sinónimo de muerte, enfermedad, desnutrición, desasistencia pero al mismo tiempo de amor y entrega, es sinónimo de lo más simple, de lo más frágil y de lo más fuerte. De lo más profundamente humano: la vida. Todos tenemos pobres cerca aunque muchos nos empeñemos en no verlos. La pobreza parece una categoría tan grande que es difícil de analizar y sin embargo es un tema que nos atañe a cada uno de nosotros porque simple hecho de que a los que no somos pobres nos sobra muchas veces aquello que les falta a millones. La distribución natural de la riqueza no es justa y no lo es por la mano del hombre que, entre otras cosas, ha roto el equilibrio natural y le ha quitado el control a muchos sobre su manutención.
No vamos a salvar al nundo de la pobreza hoy, como no salvaron Harrison y sus amigos a Bangla Desh en su momento, lo que si podemos es tomar estos instantes de reflexión para entender que la pobreza no es solamente un asunto de los gobiernos del mundo sino que lo es de cada uno de nosotros. Es absolutamente insultante que en nuestros países de America del Sur se esté hablando aún de 80% de pobreza crítica y es que no hablamos solamente de aquellos que se mueren de hambre segundo a segundo sino de aquellos que no pueden ir a la escuela, que son explotados y humillados a veces en condiciones premodernas, casi medievales en los cinturones de miserias de nuestras ciudades capitales.
Escribo estas líneas al borde de la madrugada sabiendo que lo que escribo no es lo que quiero escribir. Sabiendo, además que quienes lean esto muy probablemente no sean aquellos a quienes pienso cuando escribo tambien porque quienes tenemos acceso a estas herramientas somos una minoría dentro de la minoría y sin embargo nos empeñamos muchos en que este teclado, estas pantallas y todo este poder de comunicación sirva también para paliar el hambre de conocimiento, que sirva para abrir los ojos de muchos y que sirva, sobre todo, para dar un poco de dignidad y fuerza a quienes flaquean y no se atreven a gritar quizás porque ni siquiera tienen fuerza.
¿Algo que se puede hacer? Escribir algo e inscribirse en la página del Blog Action Day. Muchas voces juntas hace bastante más que muchas voces aisladas. Un regalo inspirador: Bangla Desh del siempre mágico George Harrison:
Me uno a la iniciativa.
Este mundo da asco.
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Hola, un saludo. Felicidades por tu blog, puse un link a tu post para el articulo sobre Blog Action Day en Global Voices Online:
http://globalvoicesonline.org/2008/10/17/americas-bloggers-participate-in-blog-action-day-part-ii/
Gracias,
Eduardo
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